15-19°C / 59-66°F; se esperan temperaturas suaves y breves estallidos de lluvia.
Lisboa en noviembre es para aquellos a quienes les gustan las ciudades temperamentales pero templadas. En verano, las multitudes disminuyen, lo que te da espacio para respirar en las callejuelas de Alfama o a lo largo del paseo marítimo. Los carros de castañas se alinean en las calles, y captarás los tonos dorados del otoño a lo largo de los miradouros. Programa tus visitas a museos y atracciones a primera hora del día: muchos cierran a las 5 ó 6 de la tarde.
1. Compra un abono de transporte de 24 horas para viajar en tranvía, metro, ascensores y autobuses: el tranvía 28 está incluido.
2. Muchos museos cierran los lunes; comprueba los horarios antes de hacer planes.
3. Reserva las cenas de fado con antelación: las plazas suelen ser limitadas en noviembre.
4. La semana de la Cumbre Web eleva los precios de los hoteles: evítalos si no vas a asistir.
6. Lleva calzado impermeable para las empinadas cuestas empedradas después de la lluvia.
Sí, espera chubascos cortos y cielos grises, pero raramente lluvia durante todo el día.
Sí, pero muchos cierran a las 5 ó 6 de la tarde, así que planifica las visitas con antelación.
Sólo para cenas de Fado, Web Summit y grandes eventos. La mayoría de los museos y el tránsito no lo exigen.
Por supuesto, pero ten cuidado con los carteristas en las aglomeraciones de tranvías.
Comienzan a finales de noviembre, pero se abren completamente en diciembre.
Sí: la escena gastronómica de Lisboa funciona todo el año, aunque algunos locales cierran los lunes.
Fiable; los tranvías y el metro funcionan con normalidad en noviembre.
Castañas asadas de los carritos callejeros: sigue el olor.
Hace demasiado frío. Limítate a pasear por la costa.
El Miradouro da Senhora do Monte ofrece épicas puestas de sol en la ciudad con aire fresco.
Las castañas asadas calientes, que los vendedores ambulantes venden en cucuruchos de papel, son un ritual de noviembre. Ligeramente ahumados y dulces, se comen mejor andando.
Dónde comer : Plaza del Rossio, Avenida da Liberdade
Esta cremosa cazuela de bacalao al horno es sustanciosa, perfecta para las tardes más frías. Es un alimento básico de la comida portuguesa.
Dónde comer : Laurentina - O Rei do Bacalhau
Esta sopa de col rizada y patata con rodajas de chouriço te calienta rápidamente. Un clásico local que se sirve a menudo en tascas caseras.
Dónde comer : Adega das Gravatas, Carnide
Panecillo dulce cubierto de coco, que se suele comer en el desayuno o con café. Esponjoso y sutilmente rico.
Dónde comer : Locales de Padaria Portuguesa en toda la ciudad
Ahumada y con ajo, esta salchicha (a menudo sin cerdo) se asa a la parrilla o a la sartén y se sirve con un huevo por encima.
Dónde comer : Taberna Anti-Dantas, Graça